Extensión o comunicación
En este marco, en el segundo
capítulo el autor hace notar a una característica actual de la
educación, la cual consiste en una narración y memorización excesiva en las
aulas, así mismo, señala que no se analiza la esencia de ello, por ejemplo, un
estudiante repite que cuatro por cuatro (4x4) es igual a dieciséis (16), sin
impórtale que significa o qué significado tiene realmente, por esto
Freire asevera que los alumnos fueran unos recipientes en las cuales se
depositan los conocimientos, de tal forma, que el maestro se convierte en el
depositario y los conocimientos son los depósitos que este realiza
cotidianamente. Esta educación bancaria mantiene y estimula la contradicción,
lo que ocasiona y deja que ocurra lo siguiente: el educador sea el que educa y
el educando el educado, el quien sabe es el educador y los educandos quienes no
saben, el educando es quien pienso y el sujeto principal del proceso, los
educandos son los objetos pensados, el educador es él quien habla y los
educandos quienes escuchan dócilmente, el educador es quien disciplina y los
disciplinados son los educandos, el educador es quien opta y prescribe su
opción y los educandos son los que siguen la prescripción, el educador es él
quien actúa y los educandos quienes sueñan ser parte de la acción del educador,
el educador identifica la autoridad del saber con su autoridad funcional, la
que pone antagónicamente a la libertad de los educandos, por tal razón el
educador es el centro de todo el proceso y el educador el mero objeto, lo
que se fue recalcando inicialmente.
Cuando el individuo no lucha por sus ideales, intereses y la emancipación
cultural y social, parece como hubiera perdido el amor a la vida. Sin
embargo, la pedagogía que propone Paulo Freire es opuesta a la necrofilia, es
decir a la educación que se impone en las escuelas, ya que el sugiere que el
individuo adquiera la biofilia a través del cultivo del ser, estando con el
mundo y no en el mundo, esto se consigue o se alcanza a través de la
liberación, para que esto de resultado se necesita que la educación deje de ser
mecanicista.
En efecto, la educación liberadora debe ser un acto cognitivo, donde el
individuo comprenda y analice el contenido, superando las diferencias
existentes entre el educador el educando, lo genere las ideas de
superioridad e inferioridad y una relación unidireccional para que la
bidireccionalidad contribuya a la educación integral de ambos, puesto que
los dos son importantes y aportan elementos esenciales para la enseñanza.
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